¿QUIEN ME ACOMPAÑA?



"Al vicegobernador lo elijo yo" contundente, seguro y caprichoso, el gobernador Daniel Scioli dió por terminado el jueguito del acompañante.


Este lugar, por lo general, trae dolores de cabeza, como quién quiere decidir siempre lo mejor y siempre decide lo peor.
En algunas oportunidades, el acompañante, fiel o infiel, se destaca y se corre del lugar que le corresponde, abre la boca, juega con declaraciones punzantes y perfila una identidad que asombra y atrapa.

Imaginemos por un momento, hace apenas unos años, lo que provocó la aparición del actual vicepresidente de la nación en escena: Julio Cobos, mendocino, radical, con familia ideal para la foto, y cara de "agradezco, no abriré la boca".

Pero a los pocos meses de instalarse como un privilegiado entre los privilegiados del círculo casi íntimo de la casa rosada, el señor mendocino, con voz pausada y frase histórica dijo: "Mi voto no es positivo" y ahí si, había que animarse y el se animó.

Estos señores, agradecidos y resentidos a la vez, aunque no parezca, cumplen una función fundamental.

Acompañar, no es un trabajo menor, más bien, siempre sirve para que exista el equilibrio y el intercambio de ideas.

Generalmente, se elige un acompañante cauteloso, de perfil bajo y si es posible poca voz.

También se tiene en cuenta su trayectoria política y su grado de lealtad hasta el momento.

Es raro éste país.

Todavía no se sabe bien quienes son los candidatos a presidente y a gobernador, y ya está instalado como una verdad, quienes serán los futuros vices.

Todo se teje entre malos augurios y traiciones.-

Después del mal rato del señor Julio Cobos, se pensará bien el acompañante de fórmula, no vaya a ser cosa que "mi voy voto no es positivo" se multiplique y vuelvan los problemas.

* Publicado por: MARCELA MILONE / Mayo 2011

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