El día de la tradición se festejó en la Escuela Normal I de la ciudad de La Plata como para dejar en claro que el año se termina, que todo lo malo hasta aquí queda atrás como un mal sueño y que otra vez los niños son los que marcan la esperanza y la claridad.
El acto estaba a cargo de los alumnos de tercer grado, con sus 9 años a cuestas y con la fantasía de ver a sus padres desde el escenario como quién ve la mejor luna redonda desde lejos.
La bandera de ceremonia entró juntamente con la bandera bonaerense y el discurso dado por la docente designada hablaba de las tradiciones, de Internet, del Chat pero también de los gustos y costumbres que siempre nos identificarán-
El desfile de niños comenzó con los distintos ponchos que han caracterizado nuestro país, el poncho que envuelve, cubre y encierra la historia de los pueblos argentinos.
Llega el tiempo de la danza que nos gusta, que nos recuerda y sucede, el pericón, el malambo, característico de los hombres, y el gato ritmo musical hispano peruano, el más popular y absolutamente criollo.
Danzas bailadas con ganas, esmero y ritmo. Color arriba del escenario y palmas de padres y alumnos más grandes.
El tango, cómo no iba a estar el tango, que logró la aceptación de baile típicamente argentino después de muchísimos años cuando el diccionario definía: baile argentino de pareja entrelazada con ritmo musical de 2x4.-
Desfile de alumnos con comidas típicas, empanadas, pastelitos, bizcochos, mate, mate amargo o con azúcar, locro, mazamorra y por supuesto el asado, que une a las familias, las anécdotas, los amigos, la porción que le gusta a cada uno en el pensamiento de la persona que lo hace, y así se pasa el tiempo, el encuentro, la reunión y la unión..
El cierre a cargo de la danza típica del norte del país: el carnavalito, con sus colores y el ritmo inigualable, danza nostálgica pero alegre, la danza de los pueblos indígenas, y también, porqué no, el carnaval popular de mayor tradición como es la comparsa.
Y así, todos bailando y olvidándonos por un momento que afuera suele suceder lo desagradable, lo que no queremos, lo que nos duele, pero que ahí adentro, en el salón de fiestas de una escuela de la República Argentina, se festejó el día de la tradición, repasando lo que somos y lo que no debemos nunca dejar de ser.
Una inmensa bandera envolvió el escenario con la siguiente frase: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la esencia de sus destinos”.
Lástima que un día después de éste acto hay un nuevo paro docente en la provincia de Buenos Aires.
La bandera de ceremonia entró juntamente con la bandera bonaerense y el discurso dado por la docente designada hablaba de las tradiciones, de Internet, del Chat pero también de los gustos y costumbres que siempre nos identificarán-
El desfile de niños comenzó con los distintos ponchos que han caracterizado nuestro país, el poncho que envuelve, cubre y encierra la historia de los pueblos argentinos.
Llega el tiempo de la danza que nos gusta, que nos recuerda y sucede, el pericón, el malambo, característico de los hombres, y el gato ritmo musical hispano peruano, el más popular y absolutamente criollo.
Danzas bailadas con ganas, esmero y ritmo. Color arriba del escenario y palmas de padres y alumnos más grandes.
El tango, cómo no iba a estar el tango, que logró la aceptación de baile típicamente argentino después de muchísimos años cuando el diccionario definía: baile argentino de pareja entrelazada con ritmo musical de 2x4.-
Desfile de alumnos con comidas típicas, empanadas, pastelitos, bizcochos, mate, mate amargo o con azúcar, locro, mazamorra y por supuesto el asado, que une a las familias, las anécdotas, los amigos, la porción que le gusta a cada uno en el pensamiento de la persona que lo hace, y así se pasa el tiempo, el encuentro, la reunión y la unión..
El cierre a cargo de la danza típica del norte del país: el carnavalito, con sus colores y el ritmo inigualable, danza nostálgica pero alegre, la danza de los pueblos indígenas, y también, porqué no, el carnaval popular de mayor tradición como es la comparsa.
Y así, todos bailando y olvidándonos por un momento que afuera suele suceder lo desagradable, lo que no queremos, lo que nos duele, pero que ahí adentro, en el salón de fiestas de una escuela de la República Argentina, se festejó el día de la tradición, repasando lo que somos y lo que no debemos nunca dejar de ser.
Una inmensa bandera envolvió el escenario con la siguiente frase: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la esencia de sus destinos”.
Lástima que un día después de éste acto hay un nuevo paro docente en la provincia de Buenos Aires.
Publicado por MARCELA MILONE / Noviembre 2010