No descansan en paz

IK-3 la temida prisión en Siberia en la que murió el opositor ruso Alexei Navalny

Me impactó la muerte del ruso Alexie Navalny, el opositor que denunciaba por corrupción a Putin, el presidente de Rusia. Éste, enfurecido, le inventó un par de causas, lo acusó de fraude e instigador, entonces lo sentenciaron a 19 años de prisión. Una vida tras las rejas. Unos años antes, éste abogado de 47 años, carismático, activista de los derechos humanos y sobre todo fanático del personaje que estaba construyendo alrededor suyo, denunció que habían intentado envenenarlo. Gravísimo,  estuvo postrado y muy grave por algunos meses  en Alemania, dónde Angela Merkel le ofreció ayuda médica y asilo.

Me quedó dando vuelta en la cabeza la famosa y ya folklórica frase de la oposición vernácula: “Las vacunas que manda Putin son veneno” dicho por dirigentes que desde hace dos meses tienen el poder en la Argentina. Trato de relacionar el intento de envenenamiento al ruso opositor, con la idea de las “malas” vacunas que llegaron al país desde Rusia, con amor.

Lo cierto es que hace unos días el detenido Navalny apareció muerto en una cárcel de Siberia, el informe oficial dice que se murió luego de una “caminata matutina” mientras los familiares denunciaron que lo mataron y exigen la entrega del cuerpo.

Por otro lado, ya que hablamos de conspiraciones, de muerte y misterio lo sucedido en la ciudad de La Plata no es menos grave, aparecieron 500 ataúdes abandonados y 200 bolsas con restos humanos en el cementerio. Estaban en cuatro depósitos que no eran morgues ni están destinados a conservar restos humanos.              

La decadencia en la que estamos sumergidos es dolorosa, extrema, triste.

Suele ocurrir cuando hay un cambio de gobierno que aparezcan fotos mostrando galpones con sillas de ruedas abarrotadas, frigoríficos con millones de vacunas vencidas e incluso, como sucedió en las fiestas pasadas, canastas de Navidad preparadas para entregar, pero como dijo la ministra de Seguridad: “ daban vergüenza así que las tiramos”.

Generalmente no hay responsables por éstos actos miserables y criminales y la vida política sigue y la “guerra mediática” de alta intensidad se tensa cada vez más y todo resulta insoportable.

¿Qué explicación recibirán los familiares de los cuerpos hallados en el cementerio? El intendente que perdió las elecciones en octubre estuvo al mando de la ciudad ocho años, queda investigar en que momento se decidió amontonar bolsas y ataúdes entre agua estancada y olor a podrido.

Algo huele a podrido, todo huele a podrido.


MM - 22-2-2024

 

 

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