Sólo para entendidos...

 


“¡Qué semanita”! escribió la presidenta Cristina Kirchner desde Río Gallegos mientras acunaba a su nieto, Néstor Iván y oficiaba de “ periodista” preguntando y contestándose ella misma a través de twitter.

Resulta que paradójicamente, salvando las distancias y humildemente digo yo también: ¡Qué semanita la mía!.

Me distancié un poquito del micro centro de capital y de la capital de la provincia de Buenos Aires, La Plata , y fuí a parar a un paraíso a casi 300 kilómetros de Neuquén capital que se llama Villa Pehuenia, una aldea de montaña, rodeada por la cordillera de los Andes, regada por los lagos Aluminé y Moquehue y muy difícil de olvidar.

Contenta como estaba de alejarme una semanita de la campaña electoral y tratar de no leer nada sobre, Massa, Insaurralde, Scioli, La Cámpora , Parrilli, los fondos buitres y la ley de Medios, justo se viene a embarrar la cancha con el tema del acuerdo YPF- Chevron con represión en la puerta de la legislatura neuquina y acusaciones polémicas entre el gobernador neuquino Jorge Sapag y un “grupo armado por los intereses que están en contra de la Argentina ” según Parrilli.

Un poquito confusa la explicación y mucho más confusa la situación vivida por los neuquinos y particularmente por la comunidad mapuche que ocupan hace más de un siglo gran parte de las tierras neuquinas, entre ellas, la tan soñada Villa Pehuenia. De todas maneras, nadie se altera, todo se reclama con absoluta tranquilidad y convicción.

En una charla informal con el intendente municipal de la Villa , Sandro Badilla, quedó clarísimo qué poco entendemos desde acá la manera de hacer política en lugares como éste, dónde: “Nos diferenciamos por el componente cultural, convivimos permanentemente e interactuamos todos los días con dos comunidades originarias que están insertas en el desarrollo diario de la comunidad”.

Lleno de orgullo el intendente de ese paraíso, explica los proyectos a futuro y los eventos que vendrán. No sentí tanto entusiasmo como el de Badilla en ningún intendente del conurbano bonaerense. Y si, son realidades distintas, pero bueno, cada cual elige dónde quiere estar. Terminando la semana, surge otro interrogante en el final de las mini- vacaciones. Resulta que los pasajes para regresar a capital eran de la empresa LAN- Chile! Otra vez la incertidumbre. Le pregunto a un amigo-colega que trabaja en Clarín (éste de la corpo seguro que me dice cualquier cosa!) si me puede averiguar si aterrizo en aeroparque, en Morón, en San Fernando, en Ezeiza o en Purmamarca, me dice que cree que no voy a tener problema, por ahora.

Y así dejé el paraíso hasta el aeropuerto de Neuquén dónde no me llevé ninguna sorpresa. El avión salió en horario, aterrizó sin ningún problema en aeroparque, llegamos un poquito antes porque parece que el piloto es muy canchero y todo el personal de LAN-Chile se portó de maravillas.

Mal que les pese a algunos, un servicio correctísimo y todos contentísimos. Estamos en setiembre. Empieza otra canción….

 

Por Marcela Milone / Septiembre 2013

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